Siempre fui el tipo de niño que se tomaba las cosas muy en serio. Es solo la forma en que estoy programado. Presto atención a las palabras que se usan y las palabras siempre han tenido un significado muy específico para mí.
Por ejemplo, cuando yo era muy pequeño mi abuelo me dijo que me iba a llevar al circo y me dijo “vamos a pasarla bomba”, una expresión que significa pasarla muy bien. Bueno, como no vi ninguna bomba, me desilusioné mucho. No sabía cómo sería el circo, pero pensé que iba a haber algún tipo de bomba. Tal vez uno de esos juegos de niños donde tienes que pasar la bomba antes de que estalle o que me iba a traer algún juguete con temática de bombas. Pero no me trajo nada ni jugamos a nada. A esa edad no tenía un marco de referencia para esta frase y tuvo explicármela muy bien antes de que pudiéramos ir al circo.
Así que al leer la propaganda que producen los Testigos de Jehová me la tomé muy en serio. Cuando estaba en las reuniones y me daban esta propaganda desde la plataforma, la absorbía toda. Después de todo me dijeron que era significativo para mi vida y mi felicidad.
Ya he hablado de cómo cambió mi vida a mis ocho o nueve años cuando mis padres se hicieron Testigos, y cómo cambiaron las cosas en casa y en la escuela. También expliqué el modelo MOC y lo que estaba viviendo de acuerdo a las enseñanzas, la estructura y lo que se esperaba de nosotros.
Pero ahora voy a trazar mi trayecto como un joven Testigo de Jehová mientras pasaba a la edad adulta para que puedan ver cómo avancé. Tal como lo prometí, voy a hablar de un evento en 2008, algo que salió de la nada y que puso mi vida en una trayectoria diferente, mucho más saludable. No tenía ni idea de que iba a ser el principio del fin para mí en ese momento en muchos sentidos.
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Cuando era niño en la congregación, di mis primeros pasos como un joven testigo de Jehová al salir al ministerio del campo con mis padres. Al principio, solo los acompañaba mientras ellos tocaban puertas, y luego yo mismo tocaba las puertas y daba presentaciones para tratar de colocar las revistas de la Atalaya y algunos libros con las personas que nos abrían la puerta.
Los niños son unas fascinantes pequeñas armas que los testigos usan en las puertas. Seamos realistas, ¿quién va a rechazar a un bonito niño con un traje o una niña con un vestido que ofrece algún tipo de literatura?
Cuando lo ves desde otro punto de vista, puedes ver que a este niño se le refuerza la idea de que este ministerio de casa en casa es algo maravilloso y fácil. Le gustas a la gente y aprecian que vayas a su puerta luciendo lindo y bien vestido. Te miran y dicen, “miralo, qué bien portado!”. Colocas revistas y te sientes bien.
Entonces me convertí en un publicador no bautizado. Aquí es donde la organización comenzó a tener más control sobre mí porque comienzas a tener que entregar informes del servicio del campo reportando tu tiempo y colocaciones de literatura aunque todavía no seas un Testigo bautizado. Te reunes con dos ancianos en la sala secundaria o sala B y te hacen algunas preguntas para asegurarse de que eres una persona moralmente recta y que puedes representar a la organización públicamente. Te hace sentir que estás haciendo algo importante.
Mis padres todavía estaban estudiando las revistas de La Atalaya conmigo. Iba a todas las reuniones, desenvolviendome como un joven ministro saliendo y declarando públicamente “la verdad”.
Luego comencé a sentirme presionado para bautizarme. En realidad se llama dedicación y bautismo. Así que primero se espera que te dediques a Jehová Dios en oración. La inmersión en agua, o bautismo, es el símbolo público de que una persona ha dedicado su vida a Jehová en oración, o más exactamente a la organización de los Testigos de Jehová. Lo curioso es que actúan como si eso fuera entre tú y Dios, pero para bautizarse, aunque oraste y te dedicaste a Dios, primero tienes que repasar sus preguntas sobre el bautismo con tres ancianos de la congregación. Los ancianos determinan si estás listo para el bautismo, no una oración entre tú y Dios.
En la parte de atrás de uno de sus libros hay preguntas para el bautismo. Tienes que estudiar minuciosamente estas preguntas, leer el material citado y las escrituras, para poder darles las respuestas que desean. Tienes que reunirte con tres ancianos, uno para cada sección, para demostrar que tienes un conocimiento práctico de sus doctrinas. La mayoría de los testigos de Jehová recuerdan quiénes eran esos tres hermanos. Es algo muy personal.
Recuerdo a los tres que se reunieron conmigo. Sin embargo, una cosa que recuerdo es que incluso cuando era niño me di cuenta de que era más inteligente que algunos de ellos y eso me hizo pensar en algunas cosas. Por ejemplo, una buena señal de que cualquier Testigo está “haciendo suya la Verdad” es cuando puede regurgitar la información con sus propias palabras, en lugar de simplemente leerla palabra por palabra de una publicación. “Hacer tuya la verdad” es otro término de los testigos de Jehová.
Bueno, había un anciano en particular que me hacía preguntas y cuando las respondía con mis propias palabras, me decía que estaba equivocado y luego me daba una versión simplificada de mi respuesta pero ésta vez palabra por palabra de alguna publicación como si él no hubiera entendido que yo lo estaba poniendo en mis propias palabras. Era un poco desconcertante incluso cuando era niño.
Heme ahí tratando de dar un extra poniendolo en mis propias palabras pero no me entendió y eso que era un anciano. Pensé que iba a fallar y no podría bautizarme ya que él no era la persona más brillante. Sin embargo, esos tres hermanos se reunieron y discutieron mi mérito, a pesar de que ya me había dedicado a Dios en oración hasta donde ellos sabían, luego decidieron que lo que había entre Dios y yo estaba bien con ellos y me aprobaron.
Entonces pude bautizarme el 4 de julio de 1992 a los 14 años. Fui bautizado oficialmente como testigo de Jehová en la asamblea de distrito ese verano en Freedom Hall en Louisville, Kentucky. Estaba frente a probablemente diez o doce mil personas
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Las cosas empezaron a cambiar después de eso. Como hermano bautizado, ahora se esperaba que hiciera oración públicamente en las reuniones para abrirlas o cerrarlas ya que ellos rezan antes y después de cada reunión. Hice eso algunas veces.
Empecé a dar más dicursos en las reuniones en lugar de sólamente las lecturas bíblicas de cinco minutos. A veces me daban un tema y se esperaba que desarrollara un discurso sobre ese tema y luego discursara por cinco minutos. Después de que cada persona da su discurso son calificadas públicamente desde la plataforma. El conductor de la Escuela del Ministerio Teocrático siempre te daba algo en lo que trabajar, como pronunciación o gestos correctos, desarrollo lógico y coherente, etc. Si no lo hacías bien, te decían que volvieras a trabajar en ello, y si lo hacías bien, te daban algo más en lo que trabajar. Siempre había algo que podías hacer mejor.
También me dieron responsabilidades en la congregación como repartir revistas que la gente pedía, tomar pedidos, hacer inventario. Ayudaba a mi papá a contar el dinero que se donaba después de las reuniones para confirmarlo antes de llevarlo al banco. Cortaba el césped del Salón del Reino algunas semanas cuando nos tocaba a nosotros. Limpiaba el Salón del Reino después del servicio del campo los sábados cuando también era nuestro turno. Cuando había asamblea, nos ofrecíamos como voluntarios para hacer algo en ella. A veces era limpieza, o una vez estuvimos como seguridad y nos quedamos toda la noche.
Nunca nos ibamos de vacaciones, pero una o dos veces recuerdo que tomamos un fin de semana largo para ir a un territorio no asignado para ayudar a alguna congregación. Para aquellos que no están familiarizados con el término, eso significa que algunas congregaciones, a menudo en áreas rurales, no podían con la gran área que tenían que cubrir con su ministerio de casa en casa. Tal vez tenían un condado entero o tal vez ni siquiera había una congregación cerca, por lo que grupos de diferentes congregaciones llegaban a estas áreas e ibamos como un ejercito a esparcir el mensaje a esa area. Supongo que esa era nuestra idea de vacaciones.
Entonces, además de las reuniones tres veces por semana durante cinco horas, pasar probablemente de 10 a 20 horas al mes o más tocando puertas e ir a la escuela, estaban todas estas cosas para las que tenía que prepararme y hacer como un joven Testigo de Jehová.
También necesito mencionar el día más importante del año para los testigos de Jehová, la conmemoración anual de la muerte de Jesús. Es la única celebración que tienen los testigos de Jehová, una especie de fiesta para ellos. Una vez al año se reúnen después de la puesta del sol del día que corresponde a su Última Cena y su muerte, y hacen todo el asunto de pasar el pan y el vino, solo que no comen ni beben de ninguno. Literalmente, simplemente nos la pasabamos sentados, pasándonos los emblemas en las copas de vino o en un plato pequeño para el pan sin levadura.
Según los Testigos de Jehová hay dos grupos de personas que van a vivir para siempre. Uno, la gran mayoría, vivirá en una tierra paradisíaca. Si recuerdas, ellos creen que regresará al Jardín del Edén, ya que ese era el propósito original de Dios y él lo cumplirá. Y luego el otro grupo serán ciento cuarenta y cuatro mil ungidos que gobernarán como reyes y sacerdotes en el cielo con Jesús sobre esa tierra paradisíaca. Ahora, ¿cómo sabes si eres uno de esa clase celestial ungida? Solo lo sabes, Dicen que el Espíritu de Dios habla con el tuyo y si eres llamado entonces solo tú puedes participar de esos emblemas en la conmemoración.
Afirman hacer tal como Jesús mandó, que estuvo en una habitación con sus primeros seguidores ungidos durante su Última Cena, y que los Testigos de hoy hacen lo mismo que Jesús instituyó allí en ese fatídico día. Sin embargo, no tenía sentido según sus propias creencias. Si Jesús celebró esto con su ungidos allí, y nadie más observaba y pasaba los emblemas sin participar, entonces no hay precedente en la celebración original de que todos estén allí a menos que sean ungidos y vayan a participar. Entonces, o solo los ungidos deben presentarse a la celebración y, participar, o todos los seguidores de Cristo deben presentarse y todos deben participar. No celebran de acuerdo con su propia explicación de la celebración, pero la mayoría nunca piensa en ello.