7 – Recuperando la Salud y Despertando

La revelación que tuve cuando descubrí que tenía TDAH fue enorme para mí, porque eliminó la moralización que atribuía a mis problemas en toda mi vida y me mostró que, aunque me enseñaron a recurrir a la secta con todas mis preguntas de la vida, en realidad no tenían respuestas para todo.

De hecho, había un famoso discurso que circulaba en la organización de un tal Hermano Mack que resaltaba cómo todos simplemente nos las arreglábamos con “oraciones y medicamentos hermanos, oraciones y medicamentos”. Me di cuenta de que las personas a mi alrededor no eran “el pueblo feliz de Jehová”, como afirmaban ser, que había una mentalidad miserable en todo lo que hacían y yo formaba parte de eso.

Así que aproveché esta oportunidad para adentrarme más en el tema. Quería aprender más sobre el TDAH y me sumergí de lleno en algunos foros en línea al respecto. Quería ver cómo otras personas vivían con ello. Es un espectro, por lo que no todos tienen la misma experiencia.

Pasé los siguientes años muy involucrado en esa comunidad, no solo recibiendo ayuda, sino también estando presente y tratando de ayudar a los demás tanto como podía.

Lo que aprendí fue que el TDAH es un trastorno de las funciones ejecutivas del cerebro. Justo así como suena. Es una dificultad de ejecutar las cosas. Debido a la falta de concentración, la mayoría enfrenta algún grado de impulsividad y dificultad para llevar a cabo lo que desean hacer. A diferencia de lo que me habían dicho los ancianos en la congregación recientemente: que todos hacemos lo que queremos hacer y que todo se reduce a una elección simple.

Nuestros cerebros a menudo son secuestrados por muchos desequilibrios químicos, trastornos y traumas. Esto no significa que no tengamos elección del todo, pero sí significa que la vida no se reduce simplemente a un asunto de elecciones conscientes que se ejecutan con intención.

Si así fuera, y tuviéramos este control total y si lo único que necesitáramos hacer fuera tomar mejores decisiones en la vida, entonces potencialmente podríamos ser perfectos.

Y si pudiéramos ser perfectos, ¿por qué habría necesidad del sacrificio de Jesucristo al que yo tenía en tan alta estima? ¿Por qué necesitaría sacrificarse? ¡Qué desperdicio! porque podríamos superar nuestras naturalezas pecaminosas o imperfectas simplemente tomando mejores decisiones.

Hablando de elecciones, aquí tuve que tomar una elección. Los Testigos de Jehová ridiculizan la autoayuda y durante muchos años prácticamente condenaron cualquier tipo de psicología. Después de todo, lo único que realmente necesitabas era la oración y la fe. La fe podía mover montañas.

Por cierto, si llegábamos a ver a un psicólogo, quedaba claro que se quería que no mencionáramos que éramos Testigos de Jehová. Si lo hiciéramos y luego hablábamos de todos nuestros problemas, podríamos hacer quedar mal a Jehová (o a los Testigos de Jehová, que es lo que realmente les preocupa), y eso no lo podíamos permitir.

Una vez más, es evidente que la apariencia exterior es primordial para la secta.

Les gusta hablar de una escritura que menciona sepulcros blanqueados que se ven muy bonitos por fuera, pero que por dentro están llenos de huesos de muertos, y aplicarían ese versículo a otras religiones. Se proyectaban mucho. En realidad, a menudo afirmaban cosas sobre otros que eran igualmente ciertas, si no es que más dentro de su propia secta.

Rápidamente me estaba dando cuenta de que necesitaba buscar algunas cosas afuera. Esta revelación estaba cambiando mi visión del mundo. Para variar, me estaba dando compasión a mí mismo en lugar de auto desprecio.

Tuve que aceptar que quizás no podría hacer todo lo que quería hacer, porque como todo ser humano, tengo limitaciones.

Ahora, eso no significa que esas limitaciones tengan que destruir mi vida o dominarla. Simplemente significa que podría necesitar algunas herramientas o estrategias de adaptación para manejarlo.

Al final, dejé el foro sobre el TDAH del que fui miembro durante tantos años. En cierto punto, me di cuenta de que todos desempeñamos roles en la vida. Algunos son los vencedores, otros son las víctimas, pero tu actitud con la que tomas las cosas impacta como las experimentas.

Sabía que no podía deshacerme del TDAH, pero podía mejorar mi vida aún con éste trastorno. Un hombre sin brazos quizás no pueda atrapar una pelota con las manos como todos los demás, pero eso no significa que no pueda encontrar alguna manera de atraparla. No estoy diciendo que todos podamos hacerlo todo, porque no podemos. Pero todos podemos vivir vidas felices y productivas, incluso si no son todo lo que creíamos que queríamos.

Mi objetivo aquí es mostrarte lo que aprendí en los siguientes siete años en audiolibros y podcasts que cambiaron mi perspectiva, abrieron mis ojos y me dieron una vida nueva y saludable. Me sacaron de esta mentalidad de secta, lejos de la disfunción y las formas de ser tóxicas.   

Aprendí mucho y quiero compartirlo, porque ya sea que hayas estado en una secta o no, estas cosas pueden ayudarle a todos.

Quiero decir, estos libros que estaba leyendo no eran libros sobre sectas o en contra de estas, eran simplemente libros y podcasts que escuchaba y que son beneficiosos para cualquier persona.

Esto es lo que aprendí y que cambió mi vida, de ser un tipo narcisista, suicida, que se despreciaba a sí mismo y que ganaba peso tan rápido como deudas con el gobierno;

a una persona que tiene empatía por los demás y aceptación de sí mismo, que ha perdido peso, salido de deudas y en realidad es feliz y saludable.

Después de aprender sobre el TDAH, me di cuenta de que tenía un gran problema con el perfeccionismo, así que comencé a buscar libros sobre el tema.

El que tuvo el mayor impacto fue un libro llamado “Más feliz, a pesar de todo” de Tal Ben-Shahar. Mi mayor aprendizaje fue esta frase: “la felicidad es la moneda más importante”.

En otras palabras, eso es a lo que todos aspiramos.

Pensamos que una vez que lleguemos a cierto lugar, seremos felices. Por ejemplo, podrías ir a la universidad y esforzarte mucho por alcanzar tus metas, y crees que una vez obtengas ese título serás feliz. Luego obtienes el título y no lo eres, porque ahora tienes que conseguir un trabajo. Y dices que una vez que consigas ese trabajo de tus sueños, entonces serás feliz. Luego obtienes ese trabajo y aún no eres feliz. Y luego, una vez que obtengas ese coche de tus sueños, la casa de tus sueños, o esa familia, o lo que sea para ti personalmente, en ese momento serás feliz.

Una y otra vez, esa meta se convierte en una felicidad postergada. Tenemos una visión distorsionada de las metas en el mundo occidental. Las metas están ahí solo para darnos una dirección. Nos dicen hacia dónde nos dirigimos y nos hacen emprender el viaje.

Ese viaje es lo que realmente importa y es en donde podemos encontrar nuestra felicidad.

Nos podemos tomar el tiempo para disfrutar del viaje en lugar de buscar que el logro de esa meta específica y reducida sea nuestra alegría en la vida.

Hubo un ejemplo en este libro que me impactó de manera muy específica. La felicidad no se trata tanto de lo que haces sino del porqué lo haces.

Hicieron un estudio con personas que realizan labores de limpieza en hospitales y se descubrió que eran personas muy felices. Puede parecer contradictorio, después de todo están rodeadas de personas enfermas o agonizantes y tienen que limpiar cosas como salas de cirugía y otras áreas cercanas a individuos gravemente enfermos todos los días.

Desde fuera, parecería que esas personas odiarían sus trabajos. Sin embargo, esas personas no veían lo que hacían como simplemente limpiar sangre y vómito. Estaban ayudando a las personas. Ellos podían llegar a conocían gente y veían lo que hacían en su totalidad, en lugar de solo el acto que estaban realizando.

Esto realmente me impactó, porque cuando estaba escuchando el libro, trabajaba en la industria de la limpieza. No limpiaba porque me gustara limpiar. Seamos honestos, los conserjes o personas de limpieza desafortunadamente suelen ser el blanco de muchas burlas.

A veces la gente te trata como un sirviente y nada más, además de que no siempre limpias cosas agradables.

Pero ¿por qué limpiaba? Por las mismas razones por las que muchos Testigos de Jehová tienen negocios de limpieza, es la única opción que nos permitía ganar más dinero que un trabajo que pagara el salario mínimo, ya que se desalentaba ir a la universidad.

A muchos Testigos de Jehová les brinda un horario flexible para trabajar y así pueden dedicar más tiempo a la predicación y otros intereses de los Testigos de Jehová.

Seguía intentando alejarme de eso, pero seguía siendo arrastrado de vuelta porque necesitábamos el dinero. Me gustaba trabajar con mi esposa, pero aquí tienes un secreto. Todos nuestros clientes notaban que yo limpiaba todos los baños en cada casa. ¿Sabes por qué? Es porque tenía una fuerte ansiedad social y si limpiaba los baños nadie me hablaba. No me paseaba por la casa como lo hacía mi esposa.

El cambio interno de darme cuenta de que lo que hacía se trataba de ayudar a las personas y no solo de tomar algo sucio y limpiarlo, fue lo opuesto a lo que me enseñaron como Testigo de Jehová.

Se suponía que no debía conocer más a fondo a mis clientes pues no eran Testigos de Jehová. No es de extrañar que tuviera tanta ansiedad social.

Con el tiempo, estas familias llegaron a conocerme bien hasta el punto en el que de seguro a veces deseaban que dejara de hablar. Pero era mejor así que como era antes.

Estaba aprendiendo a encontrar la alegría y la felicidad en la vida y en mi trabajo. Literalmente me volví “más feliz”, tal como dice el título del libro.

Fue un contraste tan grande con la forma en que la secta me enseñó a ver el mundo. Me enseñaron a verlo como malo y horrible, y a buscar la felicidad en el futuro en lugar de en el presente.

Como dije, empecé a ver nuestro propio negocio de limpieza por lo que realmente era, ayudar a las personas. Eso es algo que me encanta hacer.

De hecho, empecé a darme cuenta de lo beneficioso que era para mí trabajar en la limpieza. Siendo perfeccionista me brindó una forma de expresar algunas de esas tendencias. Me ayudó a trabajar físicamente mientras escuchaba audiolibros y podcasts que expandían mi mente todos los días.

Realmente me encantaba lo que hacía y a las personas para las que lo hacía.

Lo dije mucho antes, y lo diré de nuevo: limpiar de alguna manera salvó mi vida. Explicaré esto más adelante cuando hable sobre nuestra salida de la secta.

Otro libro que me impactó fue “El hombre en busca de sentido” de Víctor Frankl. Es su relato de cómo sobrevivió a los horrores de los campos de concentración. La cita famosa de este libro sigue siendo verdadera: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino”.

Ahora, como con todo, nada es absoluto. He llegado a comprender que aunque tengamos esa elección, es posible que no tengamos las herramientas necesarias para tomar una decisión saludable, o es posible que nos hayan coaccionado y controlado. Sin embargo, si contamos con herramientas saludables podemos optar por ver las cosas de manera diferente.

Hubo personas en esos campos que carecían de buenas herramientas y se rindieron y murieron o que se convirtieron en personas que de otro modo no hubieran querido ser.

Frankl observó esto y pudo ver más allá de esas circunstancias inmediatas. Claramente, él tenía herramientas que otros a su alrededor no tenían. Nadie con las herramientas para lograr algo mejor habría elegido la muerte.

Al final en mi caso, sí tenía la elección de cómo continuar viviendo mi vida, de elegir mi propio camino en lugar de simplemente seguir el camino prescrito que mis padres y la secta trazaron para mí.

En el libro “Límites” de Henry Cloud aprendí cómo establecer límites adecuados con otras personas. Esto fue importante tanto para mí como para mi esposa. Cuando estás en una secta, es difícil tener límites adecuados. Ellos traspasan esos límites a diario al dictar qué creer, cómo pensar, cómo comportarse y cómo sentirse, volviendo al modelo CIPE, control del Comportamiento, Información, Pensamientos y Emociones del que hablé anteriormente.

Hay muchos narcisistas y personas co-dependientes en la secta, lo cual tiene sentido cuando piensas en lo que se necesita para controlar a las personas. Mi esposa dependía mucho de mí emocionalmente y yo también tenía mis tendencias narcisistas.

Es interesante cómo las dinámicas de los Testigos de Jehová a menudo se reflejan en las relaciones que surgen de ella. Este libro me ayudó a ver dónde terminan otras personas y empiezo yo, a crear separación y a reducir la necesidad de controlar cualquier cosa que no es mía, iluminando mis propias tendencias controladoras que surgieron como resultado de sentirme tan fuera de control durante toda mi vida.

Otro buen libro de Henry Cloud se llama “Cambios necesarios”. Leí este libro un poco temprano en mi proceso de despertar para ver dónde podría haber aplicado este conocimiento para ayudarme a salir más rápido de la secta.

Pero la lección es muy valiosa para todos. ¿Cómo haces para cultivar una rosa que pueda ganar un concurso? ¿Simplemente dejas que la planta crezca sin supervisión y sin tocarla? No. Tienes que podarla. Hay hojas que están muertas e incluso flores vivas que debes eliminar para que la planta tenga energía para dedicar a nueva vida y a la rosa ganadora.

Lo mismo ocurre en nuestras vidas. A menudo hay cosas en las que estamos involucrados o personas con las que estamos relacionados que nos están drenando energía.

Me gusta el término “vampiros” para esas personas porque realmente solo nos quitan sin ofrecernos nada a cambio.

Tal vez sea un trabajo, una persona, un pasatiempo u otro compromiso que realmente ya no debería tener un lugar en tu vida porque simplemente no te está dando nada.

Necesitas deshacerte de ellos para que tengas la energía para crecer al igual que esas rosas.

Recuerdo que en un momento, años después, miré a mi esposa y señalé que la secta solo nos quitaba y quitaba y quitaba y nunca nos daba nada a cambio. Eventualmente ambos la superamos y dejarla fue una de las cosas más saludables que hemos hecho.

Probablemente mi libro favorito fue un libro llamado “Un largo camino de mil años” de Donald Miller. Ahora, no sé si este libro tuvo el mayor impacto pero me encantó escucharlo.

El libro trata sobre escribir una historia mejor, no necesariamente una ficticia, sino la tuya propia. Se trata de editar tu propia vida, de darle un vistazo a todo desde 3 mil metros de altura o de observarla como alguien más observando los roles que estabas desempeñando en tu propia vida.

Una cita que me gusta de él es: “Y una vez que vives una buena historia y pruebas algún tipo de significado en la vida, no puedes volver a ser normal. No puedes volver a escenas carentes de sentido unidas por el insignificante hilo del tiempo desperdiciado”.

Esto es muy cierto. Estoy en un punto de mi vida en el que soy libre y estoy fuera de esa secta. Nunca podría volver a lo que solía considerar como normal, incluso me es difícil creer que alguna vez estuve allí.

Quiero aprovechar esta oportunidad para suplicarte. Si estás escuchando esto y no estás contento con tu vida, amplía tu mente y lee libros que desafíen tu forma de pensar o de ser sin importar cuán incómodos sean.

Hay algo mejor allá afuera, solo tienes que encontrarlo. Al desafiar esas áreas en las que no estás contento es probable que encuentres una salida más rápido.

Si eso en lo que estas no es para ti, descúbrelo ya. No esperes. Descúbrelo ahora mismo.

Los Testigos de Jehová a menudo hablan de personas como yo que se van, y dicen que lo hice porque lastimaron mis sentimientos en la congregación o porque solo quería llevar un estilo de vida desenfrenado.

De esta manera pueden minimizarlo como si fuera una decisión repentina surgida de no darle una oportunidad a Jehová.

Bueno, nunca busqué irme. No tenía intenciones de irme. Nunca podría haber imaginado que dejaría a los Testigos de Jehová.

No fue una sola cosa, fue un proceso de aprendizaje que tomó años y que fue extremadamente difícil. Una vez que aprendes algo bueno y saludable, no puedes volver a ese desierto tóxico. Ya no más.

No deberían culparte por ello, pero tienen que hacerlo para justificar que ellos se quedaron, deseándote dolor y muerte por haberte ido. Necesitan que seas una persona terrible para justificar su propia narrativa horrible.

Otra cita de “Un largo camino de mil años ” es: “El cuerpo humano básicamente se recrea cada seis meses. Casi todas las células de tu cabello, piel y huesos mueren y otra es colocada en su lugar. No eres quien eras en noviembre del año pasado.”

Piénsalo. Tu cuerpo está cambiando tan rápidamente de manera automática mientras que tu mente y emociones pueden quedarse atrapadas en exactamente el mismo lugar durante décadas.

¿Qué pasaría en tu vida si tomaras el tiempo para cambiar tu perspectiva sobre la vida o sobre tu salud emocional al aprender nuevas herramientas que te ayuden a crecer tal como lo hace tu cuerpo?

Así que aprovecharé esta oportunidad para contarte la historia de los “cangrejos en una balde o cubeta”. Se dice que si vas a pescar cangrejos y los pones en un balde, algunos intentarán escapar si no pones una tapa.

Sin embargo, cuando uno está cerca de escapar los demás de hecho lo agarrarán y lo volverán a jalar hacia adentro. Puede haber razones simples para esto, pero es una buena ilustración de cómo se comportan los humanos en un grupo.

Si intentas escapar de tu situación actual, si intentas escribir una mejor historia como dice el libro, habrá personas que tratarán de detenerte.

Después de todo, si puedes hacer un cambio en tu vida, eso los hace sentir mal porque no hacen ese tipo de cambio y tus acciones arrojan luz sobre ello.

Es como si se lo estuvieras haciendo a ellos. Lo toman personalmente y en lugar de estar felices por ti y celebrar contigo, en realidad pueden intentar arrastrarte hacia adentro.

Suponiendo que estás haciendo cosas saludables, es posible que tengas que dejar atrás a algunas personas. Es simplemente un hecho de la vida.

En realidad estás avanzando y son ellos los que eligen quedarse atrás.

Por ejemplo, mencioné antes que teníamos una creciente deuda de impuestos. Escuché el programa de Dave Ramsey durante años. Si te gustan los podcasts también puedes escucharlo como podcast o verlo en YouTube. También tiene varios libros.

Todos tratan sobre cómo manejar el dinero.

Básicamente, si tienes deudas, es como si fueras una gacela a la que un chita está tratando de atrapar. Deberías correr lo más rápido posible para alejarte de la deuda antes de que te alcance. Y una vez te alejes de ese chita, querrás mantenerte alejado de él.

Bueno, llegó el momento en que recibimos por correo una factura por cincuenta mil dólares por impuestos atrasados que debíamos al gobierno. Fue durante nuestro proceso de despertar y estaba viendo que mis esfuerzos daban resultados en otros aspectos de la vida.

Le dije a mi esposa que aunque no había prisión para deudores, íbamos a tener que pasar por tiempos difíciles si alguna vez íbamos a pagar lo que debíamos y discutimos el camino para salir de esto.

Recuerdo haberle dicho a mi madre que íbamos a trabajar muy duro para pagar nuestras deudas, como la gacela que huye del chita.

Ella me dijo en términos muy claros que fracasaría y que incluso si lograba salir de la deuda, las cosas simplemente se desmoronarían después.

En otras palabras: “Eres pobre, acostúmbrate. Las cosas no pueden mejorar”. Justo como cangrejos en un balde tratando de jalarme hacia adentro.

Dejaré la historia de cómo todo eso se desarrolló para más adelante, pero digamos que ella estaba equivocada.

Había algo en mi vida que faltaba y que nunca pude ubicarlo. De hecho, era algo que era un gran problema entre mi esposa y yo. Ella siempre pedía esta única cosa y yo no podía dársela… empatía.

La empatía era una palabra que no estaba en mi vocabulario. Si tenías una vida difícil, era simplemente porque tomaste decisiones equivocadas, y si tomaras decisiones mejores, tendrías lo que querías, tal y como la secta me enseñó a ver las cosas. Así que ve y arréglalo, sé feliz y deja de hablar de eso.

Por supuesto, esta falta de empatía también se dirigía hacia mí mismo.

Esa actitud en blanco y negro sin espacio para la situación en la que se encuentran las personas en la vida, de dónde vienen, qué herramientas pueden tener o su constitución mental o emocional. Es una muy fea actitud.

Tenía mucho que aprender sobre la inteligencia emocional, algo de lo cual carecía por completo. Crecí en un desierto emocional donde las emociones eran malas y debían evitarse a toda costa.

Después aprendí el arte de ponerme en el lugar de los demás para tratar de ver las cosas desde los ojos de otras personas, algo a lo que en realidad nunca estuve expuesto.

A nadie le importaban mis sentimientos. ¿Por qué debería preocuparme por los sentimientos de los demás?

Tenía mucho que aprender. Un libro que ayudó se llama “La Relación Emocionalmente Abusiva” de Beverly Engel. Me ayudó a reconocer el abuso emocional.

Otro buen libro es “Sanar la vergüenza que nos domina” de John Bradshaw.

Algo con lo que me quedé de éste libro fue la importancia de sentir compasión por ti mismo y por lo que te haya sucedido.

A menudo, las personas que son víctimas de abuso sienten vergüenza al respecto, como si de alguna manera hubiera sido su culpa.

El libro dice que consigas una foto tuya a la edad que tenías cuando algo te sucedió.

En mi caso conseguí fotos justo antes de que mi familia se convirtiera en Testigos de Jehová y antes de que todo cambiara. Escaneé esa foto y la puse en mi teléfono celular para que cada vez que usara mi celular viera esta foto.

Si esto te hace sentido, consigue tu propia foto de ti mismo cuando eras niño y cuando algo salió mal. Mira esa foto y siente compasión por ese pequeño niño o niña.

Recuerdo mirar a algunos niños a mi alrededor y tratar de imaginarlos enfrentando lo que yo estaba enfrentando a esa edad o alrededor de esa edad. Fue una experiencia muy sanadora.

Cuando ves la inocencia de un niño y te das cuenta de que eso fuiste una vez, logra un impacto.

Creo que en la trayectoria de todo esto he vuelto un poco a donde empecé como niño, pero ahora con emociones saludables.

Uno de los libros que leí, no recuerdo cuál, se refería a tu estado emocional como una tubería o sistema de drenaje. Si tienes alguna emoción específica atorada, entonces ninguna de las otras emociones puede fluir libremente a través de esa tubería. Tu tubería está obstruida y necesitas descubrir dónde es que está atascada para liberarla.

Una vez que lo haces, notarás que las demás también comienzan a fluir más libremente.

Todos pasamos por mucho trauma, y muchos de nosotros tenemos tristeza y enojo que se acumulan y se muestran en la superficie como evidencia de lo que necesitamos liberar.

Uno de los libros más impactantes que leí se llama “Frágil: El Poder de la Vulnerabilidad” de Brené Brown.

Vi por primera vez una de sus platicas de TED sobre la vulnerabilidad.

Desde mi mundo, la vulnerabilidad se veía como una debilidad, especialmente porque soy hombre. Como hombre, no se te permitía ser vulnerable o tener sentimientos. También sufría acoso en casa por parte de mi papá y luego en la escuela de parte de otros niños que podían percibirme con mi falta de autoestima como una presa fácil.

Me sentía vulnerable y esa vulnerabilidad nunca era algo bueno. Pero este libro cambió todo eso. Aprendí que a menudo las herramientas que usamos de niños para evitar el dolor, esos métodos de aceptación que tenemos de niños, terminan siendo nuestras mayores fallas como adultos.

Herramientas como evitar la vulnerabilidad, aunque puede que funcionen cuando somos niños, son disfuncionales y tienen una fecha de caducidad.

El libro me enseñó a verme a mí mismo y permitir que los demás también me vean. Hasta el día de hoy, todavía camino con la cabeza baja y una postura algo encorvada porque nunca quise que me vieran, ya que esto nunca era seguro entre las personas incorrectas.

Permitirme ser visto por las personas adecuadas, tal como he aprendido a verme a mí mismo, ha sido increíblemente liberador.

Contar mi historia aquí es muy vulnerable. Cualquier persona que conozca o pueda conocer en el futuro podría enterarse de todas estas cosas sobre mí. Pero está bien, ahora me conocerán mejor.

No tengas miedo de que te conozcan. La vergüenza se esconde en la oscuridad. Prospera en la oscuridad y cuando se expone a la luz del día, la vergüenza comienza a morir.

Permítanme tomar un momento aquí para decirle algo a quien sea que alguna vez haya estado en una secta o que haya pasado por momentos difíciles: Cuenta tu historia a personas saludables.

Si la experiencia de contarla es negativa, es posible que estés rodeado de las personas incorrectas.

Piénsalo. Cuando estabas en la secta, no podías contar tu historia. Las personas guardan sus historias para sí mismas y luego se sienten solas. Todo esto mientras otra persona, probablemente en la misma congregación, quizás incluso sentada junto a ti en el Salón, tiene la misma historia y la está ocultando y sintiéndose sola al mismo tiempo.

¿Cómo puede la secta afirmar tener la verdad cuando tantas cosas están ocultas y se desalienta que alguna vez salgan a la luz?

Expón tu historia a la luz.

En el libro “Frágil: El Poder de la Vulnerabilidad”, se discuten dos clases de personas. Los “de corazón completo” y todos los demás. Esas personas que eventualmente llamó de corazón completo eran personas sanas y felices, y encontró algunas diferencias entre ellas y todos los demás.

Las de corazón completo juegan y descansan más, mientras que los demás ven el cansancio y la productividad como su valor como personas.

Ella fue quién me introdujo por primera vez al concepto de que la culpa es “hice algo malo” y la vergüenza es “soy una mala persona”, lo cual es muy poco saludable.

Es saludable sentir un poco de culpa. Si le haces algo malo a alguien, un poco de remordimiento es algo saludable. Pero cuando lo llevas al punto en el que sientes que ahora eres una mala persona, esa vergüenza es increíblemente perjudicial.

Yo tenía muchas de esas a las que ella llama “grabaciones de vergüenza” reproduciéndose en mi cabeza.

Desafortunadamente, la vergüenza a menudo se usa para intentar motivar a las personas. Es una forma horrible y poco saludable de hacerlo.

Como lo explica, avergonzar a un adicto es como darle a una persona que se está muriendo de sed agua salada para beber. Solo estás alimentando su fuego y haciéndolos caer más al fondo.

Esto se puede aplicar a muchas situaciones. De hecho, este fue el libro con el que realmente empecé a aprender empatía, porque ella enseña que la empatía es el antídoto contra la vergüenza.

Eso fue importantísimo para mí. Lo necesitaba tanto para mí como para los demás. De hecho, en el libro enseña habilidades de empatía.

Ser capaz de ver el mundo con los ojos de alguien más, y aprender a no juzgar, lo cual fue muy importante en mi caso. No solo entender los sentimientos de alguien más, sino comunicarles que los entiendes para que no se sientan tan solos y llegar a ser vulnerable uno mismo al mismo tiempo. Este mensaje cambió absolutamente mi vida.

Es difícil tener tendencias narcisistas mientras se muestra empatía. Son la antítesis completa una de la otra.

Hablando de empatía y ponerse en los zapatos de otra persona, hubo un podcast en inglés que escuché durante años y que me ayudó enormemente. Es conducido por un comediante llamado Paul Gilmartin y el programa se llama “La Hora Feliz de las Enfermedades Mentales”.

He obtenido muchas lecciones de este podcast. Cada semana tiene un invitado al que entrevista, y hablando de vulnerabilidad, estas personas profundizan en sus vidas y en lo que enfrentan.

Te advierto que en estos episodios se puede discutir cualquier cosa que puedas imaginar. No son realmente algo que quieras escuchar con los niños en el auto, pero puedes encontrar uno para prácticamente cualquier cosa con la que te estés enfrentando personalmente.

También tiene encuestas en su sitio web que la gente pueden completar y enviar de forma anónima, lo que ayuda a obtener una idea de lo que las personas están enfrentando.

Incluso podría resultarte catártico revisar algunas de esas encuestas y expresar parte de lo que has vivido.

Las personas escriben sobre todo desde su vergüenza y secretos hasta sus momentos felices en la vida. Luego, él toma esas encuestas, las lee en el programa y comenta sobre ellas de una manera muy compasiva y emocionalmente saludable. Él también pelea con sus propios problemas y es muy abierto al respecto en el programa. Así que no tienes que sentirte solo. Puede ser muy sanador para la audiencia.

A veces puede ser muy oscuro, pero esa oscuridad también es real.

Y todo se hace con la perspectiva de la curación, así que también se incluye humor, porque es hermoso poder encontrar el humor, incluso en esos momentos de oscuridad.

Este podcast fue fundamental para ayudarme a ver cuánto están enfrentando otras personas detrás del telón. No tienes idea de por lo que otras personas están pasando. Al igual que nadie sabía lo que yo estaba pasando.

La única persona que sabía lo que estaba pasando en mi punto más bajo era mi esposa. Incluso entonces no podía expresarle la intensidad de lo que realmente estaba sucediendo dentro de mí.

Nadie más puede entender exactamente dónde estás, pero si miras a tu alrededor, realmente no tienes idea de dónde están otras personas tampoco.

Recuerdo que me impactó lo estúpido que era asumir que, así de la nada podía ir a tocar la puerta de un desconocido, ofrecerle propaganda de una secta y luego, si la rechazaban, pensar “mmm, no merecen La Verdad”. Como si tuviera alguna idea de quiénes eran esas personas o de lo que estaban pasando a diario. Es una ideología muy superficial.

Mi aprecio por la condición humana se estaba profundizando. Empecé a ver el panorama general y no esta imagen pintada por una secta sobre Dios o desde la perspectiva de una gran guerra entre Dios y Satanás.

Cuanto más aprendía, más me daba cuenta de que no sabía ni la mitad de lo que pensaba que sabía.

La ignorancia es una licencia para la arrogancia, pero una vez que desafías lo que piensas y empiezas a ampliar tus horizontes te vuelves más humilde.

A través del podcast “La Hora Feliz de las Enfermedades Mentales”, conocí varios libros que me ayudaron.

Uno de ellos se llama “La familia narcisista” de Robert Pressman y Stephanie Donaldson Pressman.

Cuando lo describió, supe que este libro era para mí.

Una vez le dije a mi mamá que sentía que había crecido en una familia alcohólica aún cuando no hubo alcohol en ella. Bueno, este libro en realidad fue escrito como un manual de diagnóstico por terapeutas para terapeutas, porque vieron que ciertas familias estaban exhibiendo los mismos síntomas de familias con un padre alcohólico aun cuando nadie en la familia bebía alcohol.

Mi papá era ese alcohólico aunque nunca tocó el alcohol, y mi mamá era co’dependiente con él.

Si esto suena como tu familia, lee este libro.

El último libro del que voy a hablar y del cual aprendí mucho se llama “Un Nuevo Mundo, Ahora” de Eckhart Tolle.

Este es un libro profundo que realmente completó la última parte de mí que estaba obstaculizando que mi empatía se expresara completamente.

Y eso era mi ego.

Este libro me enseñó a simplemente ser. A no identificarme demasiado con ciertas cosas como mi religión, mi carrera, mi estatus, etc.

Somos simplemente nosotros mismos cuando estamos sin ego. Al final es el ego el que nos impulsa a hacer muchas cosas poco saludables.

Las religiones tienen sus propios problemas, ese trabajo terminará, esa cosa material se romperá o será reemplazada por algo mejor, y así sucesivamente.

De hecho, él menciona una escritura en la que Jesús dijo que si alguien te quita tu manto, deberías darle también tu túnica.

El punto es que no quieres dejar que tu ego se interponga. Si alguien te quitó algo, solo se llevaron un objeto, no tu identidad.

Así que en lugar de tomarlo como algo personal, como si lo hubieran hecho contigo, date cuenta de que tomaron una cosa.

Admitiré que todavía tengo una tendencia natural a preocuparme por las cosas debido al ego, como le ocurre a todo el mundo. Pero no identificarse excesivamente con ello ayuda a mantenerse alejado del drama.

Piénsalo. Una persona que pierde sus posesiones en un incendio, aunque duele en ese momento, generalmente se da cuenta de que lo que realmente importa son sus vidas y las vidas de sus seres queridos que sobrevivieron. Esas son las cosas que realmente importan.

Aprendí que el ego proviene de quedarse atrapado en los pensamientos en la mente propia.

Estoy seguro de que con mi mente hiperactiva con TDAH, tenía un ego muy fuerte porque naturalmente me preocupaba por las cosas, ya que mi cerebro tiende a sobre pensar.

Todo el libro trata sobre separar las cosas. No digas “soy infeliz”, di “en este momento tengo infelicidad dentro de mí”.

¿Ves la diferencia?

Poner algo de separación entre quién eres y lo que experimentas.

Nuevamente, no te identifiques con tus emociones como si fueran tú.

Lo mismo ocurre con los roles en la vida. Las personas tratan al director de la empresa de manera diferente que al conserje.

Como él señaló, esto permite que esos roles determinen cómo identificaban a esas personas. Hacemos lo mismo con nosotros mismos. Los padres pueden identificarse demasiado con ese rol y olvidar quiénes son. O tal vez intentan satisfacer sus egos a través de sus hijos.

No tienes que preguntarte cómo ser tú mismo. Simplemente deja de añadir equipaje a tu ser tratando de descubrir quién eres. Como asumiendo más roles. Las personas continúan poniéndose más roles con tal de encontrarse a sí mismas.

Pero la realidad es que somos quienes somos por debajo de todas esas cosas externas.

Este libro realmente me ayudó a salir de mi cabeza, especialmente con mi identificación con los roles que me impusieron dentro de la secta y que luego asumí por mí mismo.

Otro punto que tocó el libro y que me impactó fue que a la gente le gustan tanto las vacaciones porque cuando estás de vacaciones, cada momento es nuevo y experiencial. Te saca de tu cabeza. Estás siendo más tú mismo, estás siendo curioso, simplemente disfrutas de este nuevo lugar y no estás dominado por el ego ni interpretando algún papel.

De hecho voy a mencionar otro libro rápidamente. Si te cuesta descubrir qué es lo que realmente importa en tu vida, te recomiendo el libro “La última lección” de Randy Pausch.

Hace años, su historia fue noticia y creo que estuvo en el programa de Oprah.

Es su historia mientras iba hacia la muerte a causa del cáncer de páncreas, pero es mucho más que eso. Es una historia sobre vivir con cáncer de páncreas.

Si luchas por encontrar la belleza en la vida, lee este libro.

Ahora, contrasta estas ideas con las que estaba asimilando relativas al Miedo, la Obligación y la Culpa que la secta me enseñó como base de mi vida.

¿Puedes ver cómo una persona podría comenzar a despertar cuando se expone a un pensamiento tan saludable?

Entonces, ¿qué pasó cuando comencé a aplicar toda esta información en mi vida?

Eso es lo que discutiremos a continuación.

Como todo se estaba desmoronando, no solo para mí, sino también para mi esposa quien me acompañó en este viaje y en el que hubo algunas cosas extrañas que ocurrieron a lo largo de éste.

8 – Sálganse de ella, pueblo mío. ¡Ha caído! – Todo se derrumba